"Si el culpable es el CO2, ¿nos pedirán respirar menos?"
En el tema del cambio climático, la cantidad y la originalidad de noticias que llevan a la confusión es de tal calibre, que cabe preguntarse si suceden aleatoriamente, o bien son propagadas de forma intencionada. Sean propagadas con intención o no, lo cierto es que la industria de los combustibles fósiles debe estar asistiendo, cuando no aplaudiendo, al esperpéntico espectáculo.
Un ejemplo habitual, que incluso algunos divulgadores del cambio climático citan alegremente, es el que parece culpabilizar a la población del planeta del calentamiento global. De hecho, asociar el calentamiento global con el incremento en la población tiene su punto de razonable, pues haber relación, hayla, aunque no sea la que puede parecer a primera vista. Si un divulgador del cambio climático cita la población mundial, que ya ha superado los ocho mil millones, sin dar ninguna explicación adicional, el público que escucha puede quedarse con la impresión de que es la acumulación de personas respirando, la culpable del incremento de dióxido de carbono en la atmósfera.
Nada más lejos de la realidad, por los motivos que a continuación expongo. Primero vamos con algunos números. De promedio, una persona adulta respira entre 12 y 20 veces por minuto. Muy a grosso modo, dado que la capacidad pulmonar varía entre personas y en función de la edad, tomando 15 respiraciones por minuto -21.600 por día- y unos 0,5 litros de aire espirado en cada respiración, podemos tomar el valor de 10.800 litros de aire espirado cada día, unos 12,7 kg. Si el aire que inspiramos contiene un 0,04% de CO2 y el que espiramos sobre un 4%, es fácil llegar a la conclusión que una persona adulta espira a la atmósfera unos 0,5 kg de CO2 al día, o 182 kg de CO2 por año. Si la población mundial ya ha alcanzado los 8.000 millones de personas, nos conduce aproximadamente a 1.460 toneladas de CO2 cada año, cerca del 4% del CO2 añadido anualmente por la quema de combustibles fósiles, 36.000 millones de toneladas.
Parecería de cajón afirmar que la contribución de todas las personas -a causa de la respiración- al calentamiento global supone cerca del 4% de la que tiene la quema de combustibles fósiles. Aunque esto no es así. Todo el argumento es equívoco de raíz. Que el exceso de CO2 que acumula exponencialmente en la atmósfera desde hace un siglo y medio es el principal culpable del calentamiento global y del cambio climático está fuera de toda duda; pero ojo, no todo el CO2, sino el que entra en el ciclo natural del CO2 y lo perturba, que es el CO2 proveniente de la quema de combustibles fósiles. El CO2 que espiramos los humanos cada vez que respiramos no proviene de fuentes fósiles, sino de los alimentos que hemos ingerido, los cuales al ser anabolizados se degradan en dióxido de carbono que expulsamos a través de la respiración. El carbono que constituye estos alimentos no son de origen fósil, sino que forma parte del ciclo natural del carbono. Es solo el CO2 proveniente de la quema de fósiles el que entra en la atmósfera desde fuera, es decir, como un factor externo, dado que este carbono llevaba millones de años enterrado en la corteza terrestre.
¿A quién beneficia difundir que la respiración de las personas como una causa más del cambio climático?
Si quieres saber mucho más sobre las estratagemas de la industria de los combustibles fósiles, lo tienes a un click en ¿Fósil? no, gracias.

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