Alemania y las renovables

De lo que leemos en prensa nos podemos llevar más de una falsa impresión sobre el país tradicionalmente motor de la economía europea.

Que en Alemania ya no se quema carbón. Falso.

Que Alemania ya no usa electricidad de origen nuclear. Falso. 

Los datos que proporciona la Oficina Federal de Estadística de Alemania no mienten, sólo hay que rascar un poco para ver lo que no se nos muestra en titulares. De hecho, Alemania es el mayor productor de carbón -lignito para concretar- de la Unión Europea. Lo necesita como fuente de calor para su industria y también para producir electricidad (sí, has leído bien). No le bastan los más de cien millones de toneladas de carbón extraídas en minas del país, sino que debe importar. Solía recibir carbón de Rusia, en grandes cantidades, decenas de millones de toneladas al año. Ya no. Entre los países de los que suele importar los últimos tres años se encuentran Polonia, Estados Unidos (!) y Australia (!). ¡Transportar carbón (y gas natural) de un extremo del globo terrestre al otro (literalmente) para quemarlo y añadir leña al fuego en la crisis climática! 

El tema de la producción de electricidad tiene su miga, pues solemos quedarnos con titulares de cuántos MW se han instalado de paneles solares, o bien que la generación fotovoltaica ha crecido un 10 % en 2024,  sin percatarnos que este no es el tema más relevante. Alemania sigue por encima de las siete toneladas por cápita de emisiones de CO2 proveniente de la quema de combustibles fósiles.

Imagen proporcionada por la Oficina Federal de Estadística.

Los grandes datos nos dicen que la producción eléctrica en Alemania fue en 2024 de 431,5 TWh, casi un 4% menos que en 2023. Esta dato para nada cuadra si se presupone que el país está descarbonizando la economía; si descarbonizase, el consumo eléctrico aumentaría. La fuente que más ha contribuído a la generación de electricidad ha sido la energía eòlica (136 TWh 31,5 %), seguida del carbón (97,2 TWh 22,5 %) y del gas (64,1 TWh 14,9 %). Hasta un 37,4 % ha sido generado a partir de estas dos fuentes de energía fósiles. Siguen la fotovoltaica (59,5 TWh 13,8 %), el biogas (28,1 TWh 6,5 %) y la generación hidroeléctrica (20,4 TWh 4,7 %). Si alguien ha estado sumando se habrá dado cuenta que los % mencionados no suman 100.

Esta es una de las sorpresas. Alemania, que solía ser exportador de electricidad a países vecinos, ha pasado a ser importador neto. ¿Desde cuándo? Acertaste, desde 2023, pues en abril de este año cerró el último reactor nuclear en el país. En 2024 Alemania importó 26,3 TWh de países vecinos, de Francia principalmente. Un récord histórico en importación eléctrica en el país teutón. El origen de la electricidad importada se reparte en renovable (12,4 TWh 2,9 %) y en nuclear (13,8 TWh 3,2 %). En realidad Alemania exportó electricidad dos meses en invierno y la importó los otros diez meses. Más de un político en el gobierno niega la mayor, alegando que se importa electricidad en base al precio los meses que es más barata la electricidad de otros países que la producción propia, con alta participación del carbón. Se importa por precio, aunque el motivo no le quita razón a los números. Estos no engañan. En 2024 Alemania importó 81,7 TWh y exportó 55,4 TWh, la diferencia son los 26,3 mencionados antes. De lo importado, 25,8 TWh fueron electricidad producida en plantas nucleares, de Francia principalmente, aunque también de Suecia y otros países.


Gráfico de elaboración propia.


Ciertamente, Alemania sigue utilizando electricidad de origen nuclear, importada, en cantidades para nada menores, casi el doble de la cantidad que en 2023 provino de los reactores nucleares existentes en el país. Esto tiene una lectura positiva, que no hacen -todavía- las autoridades alemanas. Que la producción eléctrica a partir de energías no fósiles, electricidad con cero emisiones de CO2,  alcanzó el 62,6 % en 2024. ¡Ya se percatarán!, cuando toque.

En España se acabó oficialmente con el uso de carbón a finales de 2018. España se sitúa por debajo de las 5 toneladas de CO2 por habitante y año. Suecia, por debajo de las 3,5. ¿Cómo lo hacen en el país nórdico?, pues el 40 % de la electricidad sueca es de origen nuclear, no tienen problema con ello, a pesar que fueron de los primeros en votar en el año 1980 por referéndum el cierre de todas las centrales nucleares para 2010. No lo hicieron. Se percataron, gobierno y sociedad, que si cerraban las nucleares deberían reabrir las minas de carbón. Si en Alemania la electricidad de origen no-fósil alcanza el 62,6 %, en España roza el 77 %, mientras que Suecia logró un imbatible 99 % en 2024.

¿Cuál es el futuro de la producción eléctrica en Alemania?, ¿reabrirán centrales nucleares que se cerraron precipitadamente? ¿Se abrirán nuevas centrales o reactores nucleares modulares? Posiblemente. El tiempo nos lo dirá, antes de una década.

Estos datos han sido analizados con lupa, no en diez minutos. No te pido que analizes con lupa todo lo que leas, sólo que seas crítico con los titulares. Si te ha parecido útil la información, difúndela.

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Saber más:

- Datos de la Oficina Federal de Estadística para 2024, Statistisches Bundesamt.

- Alemania, el mayor productor de lignito en la UE. Statistisches Bundesamt.

- Producción eléctrica en Alemania entre 2019 y 2024. Destatis.

- Emisiones históricas de CO2 por cápita en Alemania y otros países en el portal ourworldindata.org.

- Mix electricidad en Alemania, análisis de NDR.

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