El "Peak Oil": Un mito muy conveniente para la industria de los combustibles fósiles.

Durante más de un siglo, una sombra ha planeado sobre nuestra civilización industrial: la del "Peak Oil" o pico del petróleo. La idea de que, en un momento dado, la producción mundial de crudo alcanzaría un máximo de forma irreversible, para luego declinar, llevándose consigo la prosperidad económica. Una profecía que, curiosamente, ha sido enormemente conveniente para la industria que, supuestamente, condenaba, la de los combustibles fósiles.

Los profetas del "Peak Oil": Una larga estirpe.

La creencia en un agotamiento inminente del petróleo no tiene nada de nueva, pues sus profetas se han sucedido desde los albores de la industria fósil. De forma somera:

  • W.J. McGee (1909-1910). En los inicios de la industria del automóvil, este antropólogo y conservacionista ya advirtió sobre el agotamiento de las reservas estadounidenses, defendiendo la necesidad de conservar los recursos para las generaciones futuras. Fue uno de los primeros en llevar el debate al ámbito público.
  • David White (USGS, 1919). Como geólogo, jefe del Servicio Geológico de Estados Unidos, estimó que el pico de producción estadounidense llegaría en ... "un futuro muy próximo". Su informe generó una oleada de preocupación, la primera de muchas "crisis" basadas en predicciones de la misma índole.
  • Marion K. Hubbert (1956). El más famoso de la estirpe. Este geofísico de Shell desarrolló el modelo matemático que predecía que la producción de petróleo de EE. UU. alcanzaría su pico entre 1965 y 1970. Su aparente acierto con el pico estadounidense en 1970 le dio una credibilidad casi mítica y consagró la "Teoría del Pico de Hubbert" a nivel global. Sus seguidores extrapolaron el modelo para el mercado global, con predicciones de picos globales del petróleo para fechas ya pasadas, como el año 2000. Por descontado, estas previsiones han resultado un puro fiasco.
  • Colin Campbell y la Asociación paa el Estudio del Pico del Petróleo (ASPO). Tras Hubbert, Campbell  junto a otros peakoilers han mantenido viva la llama, arguyendo con fe inquebrantable que el pico global del petróleo estaba a la vuelta de la esquina. Con cada crisis de los precios del crudo, sus advertencias cobraban más fuerza, creando un entramado de expertos, todo un ecosistema plagado de conferencias y libros dedicados a la labor de una tan inminente como falsa escasez de petróleo. 


Pico del petróleo según Marion K. Hubbert

De forma paradójica, toda esta narrativa del "agotamiento inminente" ha sido una bendición para la industria fósil, un auténtico regalo. 

¿Por qué?

  • Commodity versus recurso escaso. El petróleo es una commodity, un producto básico cuyo precio se rige por la oferta y la demanda. Si logras convencer al mercado que la oferta se aproxima a un declive terminal, el precio se dispara. El mito del "Peak oil" es, en esencia, el mejor argumento de marketing para justificar precios altos y ganancias estratosféricas. 

  • Justificación para proyectos extremos. La pretendida escasez ha servido desde siempre para dar legitimdad y hacer viables económicamente proyectos de extracción cada vez más costosos, complejos y aún más nocivos para el medio ambiente: las arenas bituminosas de Canadá, la perforación en aguas ultraprofundas o el fracking, son algunos ejemplos. El mensaje repetido un día sí y otro también por la industria fósil ha sido "Necesitamos este petróleo cara y sucio porque el barato se acaba".

  • Desvío de la atención. Muy hábilmente, la industria fósil centra el debate en la disponibilidad física del recurso (el petróleo), para desviar así la atención del verdadero problema: su impacto ambiental. Mientras discutimos si queda o no petróleo, se siguen quemando cantidades récord de combustibles fósiles, acelerando la crisis climática. 

Y con todos estos datos claramente a la vista de todo el mundo, aún hay quien sigue creyendo en el "Peak Oil", a menudo con una fe ciega, incluso sorda, al no querer enterarse de la realidad, ni leyendo, ni escuchando. Los datos nos confirman que la producción mundial de crudo no ha dejado de crecer, con dos excepciones: en los años 70 del pasado siglo y en 2020.

Producción mundial de crudo desde 1900 a 2024 (1 TWh = 588.235 barriles de crudo eq)


La inquebrantable fe de los "peakoilers" es solo comparable con la de quienes ven también un imaginario pico en el crecimiento de China. Posiblemente es la misma mano la que mece la cuna en ambos casos.

El petróleo no se va a acabar en el subsuelo, sino que es nuestro deseo -nuestra necesidad- de quemarlo lo que se está acabando. El verdadero Pico del petróleo no es geológico, sino político-económico. Lo lidera, cómo no, China. No te pierdas la segunda entrada de las dos dedicadas al tema.


[Parte 2: "El Pico de la Conveniencia: Cómo la presión política doblega los datos reales"]

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Saber más:

  • Teoría del "Peak Oil" según Marion K. Hubbert. 

  • Entrevista SCMP (24/11/2025): "Por qué el economista estadounidense Nicholas Lardy cree que la teoría del "Pico de China" ha llegado a su fin.

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