COP29

Finaliza la COP29, la veitinovena conferencia del clima de Naciones Unidas. Lo hace de madrugada, como es habitual. No resulta tarea fácil descifrar hasta qué punto ha sido exitosa o no esta conferencia. Desde una mayoría de medios occidentales se desmerece cualquier atisbo de acuerdo que se pueda haber alcanzado en esta COP19. Entre varias razones, hay una que pesa sobremanera, ha tenido lugar en Azerbayán, un país productor de petróleo, del sur global, no es uno de los nuestros. Para más inri, la presidencia ha tenido la osadía de invitar a los talibanes. ¡Vaya tela! Desde muchos medios de información occidentales se pone el énfasis en que la COP29 no ha servido para nada. Puede que no.


Foto RRSS

Así arranca la noticia un medio influyente del sur global como es China Daily:

De una forma u otra, todos en el planeta Tierra, incluidos los más obstinados negacionistas del cambio climático, son conscientes de los efectos devastadores del calentamiento global. De entre los desastres cada vez más frecuentes causados ​​por fenómenos meteorológicos severos, solo la punta del iceberg llega a los informativos. Sin embargo, a pesar de todo lo que se habla de urgencia, la triste verdad sobre el discurso global sobre la tan necesaria respuesta al cambio climático es que se ha hablado más que se ha caminado.

Para este medio la conclusión es positiva, pues se ha llegado al acuerdo de crear un instrumento para medir el grado de avance en la financiación proveniente de los países desarrollados, el norte global, hacia el sur global. Es el denominado Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiación Climática, en inglés lo abrevian NCQGCF (New Collective Quantified Goal on Climate Finance). Habrá que poner todas las esperanzas en que, gracias al citado instrumento, las fantasiosas promesas de financiación lleguen a buen puerto. Hasta ahora no ha sido así. En la COP17 celebrada en Durban (Sudáfrica) el año 2011 se prometía a bombo y platillo mobilizar cien mil millones de dólares anuales en el año 2020. La realidad fue que la cantidad mobilizada fue una pequeñísima fracción de la prometida. En la COP26 celebrada en Glasgow (Reino Unido, 2021) se volvía a insistir en los cien mil millones anuales. Ahora se prometen tres cientos mil millones anuales en 2025, que deberían alcanzar el millón trescientos mil millones anuales en el año 2035. Esperemos que el NCQGCF sirva, por lo menos, para poner de manifiesto muy tempranamente, la gigantesca brecha entre lo prometido y lo alcanzado, sin tener que esperar al año 2035, o el 2040, para rasgarnos las vestiduras.

Hay otro punto, no menor, en el que no ha habido ningún avance. En la mitigación, es decir, en medidas reales de reducción de las emisiones de dióxido de carbono. La vasta mayoría de nuestros medios de comunicación ponen el acento en que la industria petrolera se ha 'apropiado' de la COP29. No es cierto. La industria petrolera se ha apropiado de todas las COP, siempre ha estado muy presente en todas las negociaciones del clima. Les va en ello su negocio. Todos nos jugamos tener un planeta habitable, pero, para la industria petrolera y gasística, su negocio es lo más importante. Aunque eso no es todo. Los medios ponen el acento en los países que venden petróleo y gas, pasando por alto que otros países, incluído el nuestro, compran este petróleo para sus coches, camiones, industria, calefacción,... y un sinfín de usos de los combustibles fósiles. Hasta el momento, no veo ningún medio que ponga de manifiesto esta hipócrita contradicción. Es necesario dejar de usar combustibles fósiles, sin más y dejar de culpar a quien nos lo vende. Nos jugamos la habitabilidad de nuestro planeta. ¡Ahí es nada!

Te lo cuento en ¿Fósil? No, gracias.


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Saber más:

- Apreciaciones desde el sur global, China Daily, también aquí desde la App.

- Visión desde un medio de India, el Firspost.

- El País.

- The Guardian.

 

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